viernes, 30 de octubre de 2015


Por la defensa de las profundas transformaciones en materia migratoria

Ante la incertidumbre y las propuestas restrictivas xenófobas, nuestra responsabilidad es la defensa de las  profundas innovaciones se han desarrollado en materia migratoria en la Argentina.

Hace pocas horas el célebre músico director argentino Daniel Barenboim proponía una iniciativa para Argentina como receptor de un cupo de más de 100 mil refugiados Sirios. Bajo la idea para que la Argentina dé un paso moral y estratégico. Ese gesto moral pondrá estratégicamente a Argentina en una posición importante dentro del conjunto de las naciones. El país volverá a ser considerado como un actor central en el mundo.  Muchos hemos tomado este tema como un ejemplo de la importancia que tiene para el mundo y la visión de los europeos respecto de América latina.
No hace falta nuestra ponderación sobre la idea de nuestro director de orquesta y su ejemplificador trabajo uniendo niños judíos y palestinos. Sirve como paradigma similar la prédica permanente del Papa Francisco en defensa de los inmigrantes y refugiados. El mundo entero pudo escucharlo desde la misma sede de la ONU y el congreso de los EEUU en esta sintonía con el mundo inmerso en una crisis de migraciones forzadas sin antecedentes.
La tradición histórica de la argentina desde el XIX. En la política migratoria refleja la importancia que tiene para nuestro país la política de integración.
Aun así la Argentina hoy esta amenazada porque tiene dirigentes como Macri quien hace pocos años en plena crisis y frente  la extensión de la toma del parque Indoamericano, en el sur de la Capital, Mauricio Macri responsabilizó a la política migratoria del gobierno nacional, a la que calificó de "descontrolada. "Estamos todos conscientes de que la Argentina viene expuesta a una política descontrolada donde el Estado no se ha hecho cargo de su rol. Pareciera que la ciudad de Buenos Aires se tiene que hacer cargo de los problemas habitacionales de los países limítrofes", agregó el mandatario porteño.
En absoluta sintonía su entonces Jefe de Gabinete hoy intendente electo decía "Hay una ley muy permisiva respecto de la migración: viene la gente y al poco tiempo de estar en la Argentina pide una vivienda, usurpa y después viene el juez Gallardo que obliga al Estado a dar una vivienda", se quejó. "Es una lógica perversa que lo único que hace es promover que venga más gente de los países limítrofes para usurpar terrenos y pedir viviendas. Tenemos que cortar eso", reclamó.
Sergio Massa  también es de ascendencia italiana aunque no es de  los inmigrantes que ahora están en la mira, aunque si lo fueron cuando después de la primera y segunda guerra mundial eran deportados del país por su condición ideológica de “comunistas o anarquistas. En cambio, el diputado De Narváez, que pese a su condición de colombiano proponga deportar a sus compatriotas sospechados de delinquir, entre miles que llegan a la Argentina para trabajar y estudiar. Claro que todo es cuestión de clase: en un mundo globalizado solo los que tiene dinero tienen la garantía de pertenecer.
Nuestro país ha sido históricamente un país de recepción de inmigrantes: de origen europeo –muy numeroso hasta la década de 1930– y latinoamericano –constante desde fines del siglo XIX–. Las migraciones internacionales constituyen una de las cuestiones más importantes y más debatidas de nuestra historia.
A principios del siglo XX en Argentina fueron sancionadas por el Congreso Nacional dos leyes de una trascendencia fundamental para la historia en general y para la lucha obrera en particular: la Ley de Residencia en 1902 y la Ley de Defensa Social en 1910. Era una época marcada por la llegada de miles de inmigrantes europeos, que se iban insertando al mundo laboral argentino. Estos hombres y mujeres habían escapado de la desocupación, de la hambruna, de las guerras, de la pobreza y creían encontrar en esta nueva nación, una nueva oportunidad. A partir de 1853, los llamados padres fundadores habían comenzado a fomentar la inmigración.
Durante la estrategia agroexportadora (1870-1930) se dio un proceso de desnacionalización de la política económica –apertura a la inversión extranjera en ferrocarriles, frigoríficos y servicios– y de la política migratoria –promoción de la inmigración europea asociada al proceso colonizador, exterminio de la población aborigen– con participación de grupos de la sociedad civil –empresas privadas de colonización– en la implementación de la política ideada. Por el contrario, durante el período posterior (1930-1945), y en parte como consecuencia de la grave crisis internacional, mientras la política económica se desnacionaliza –crecientes inversiones norteamericanas en la industria textil y alimentos, etc.–, la migratoria se vuelve restrictiva y se nacionaliza protegiendo el mercado interno ante las altas tasas de desocupación. A fines del siglo XIX, la necesidad de trabajadores para la expansión económica de la Argentina fundamentó una política abierta hacia la migración extranjera. Pero hacia principios del siglo XX, los obreros extranjeros, que comenzaban a organizarse, ya no aparecían como “honestos hombres de trabajo” sino como sospechosos de atentar contra la seguridad nacional y portadores de ideologías foráneas. La sanción de la Ley de Residencia en 1902 permitió la expulsión de estos extranjeros “indeseables”.

Desde hace años Macri pregona su política xenófoba y vino hubo  propuestas de reforma del Código Procesal Penal en materia de políticas migratorias, por pedidos de sectores de la derecha respecto de la expulsión de extranjeros que cometan delitos en nuestro país. De aprobarse esta modificación, podrían ser motivo de extradición las protestas por mejoras laborales y demandas sociales como la vivienda. Se reeditaría así la Ley de Residencia que a principios del siglo XX expulsaba a los inmigrantes anarquistas y socialistas que organizaban huelgas.
A partir de aquí, la ilegalización de la inmigración, con la quita de derechos, signó las sucesivas legislaciones en esta materia. Onganía prohibió el trabajo de inmigrantes ilegales y temporarios, mientras que Illia habilitó la expulsión de extranjeros, inclusive los legales, en caso de que afectaran la seguridad nacional o el orden público. La dictadura militar quitó todo derecho civil y social a los inmigrantes ilegales. Con la vuelta de la democracia, se restringió la inmigración y la mayoría de los inmigrantes cayó en la ilegalidad. En los 90, las normas se endurecieron con motivo del “crecimiento de la delincuencia internacional” y sólo se emitieron radicaciones temporarias por un máximo de dos años.
Por esto es muy importante conocer de cerca lo que piensan hoy Mauricio Macri y Sergio Massa que pretenden militarizar las fronteras como una forma de decir que una nación sin fronteras no es una nación.  Para ellos el  Mercosur  se ha aprovechado de Argentina para exportar la pobreza de sus países y la criminalizan  .Por eso formulan incrementar  el número de funcionarios de migraciones y modificar leyes para volver con el regreso obligatorio para los extranjeros criminales, así como más control sobre los refugiados.
De ahí que defienda que no se conceda más la ciudadanía automática a los hijos de inmigrantes ilegales. Esto bajo lemas falsos como " Los trabajadores argentinos  primero", con un verdadero discurso de apetencia del nacionalismo. Esta idea de  reforma parte de la premisa y una apuesta por controlar la admisión de nuevos trabajadores de bajos ingresos, según ellos, para conseguir que los salarios crezcan y mejoren.,
Es muy factible también se intente incrementar el cuadro tarifario vigente de los visados de trabajo y ciudadania, así como acabar con los abusos del 'bienestar' y los planes sociales, para los inmigrantes.   Iniciativas y medidas de este tipo para controlar a quiénes entren en la Argentina y demuestren que pueden pagar su vivienda, sanidad y otras necesidades antes de venir.  
Por eso es nuestra responsabilidad la defensa de las  profundas innovaciones se han desarrollado en materia migratoria. La nueva ley sancionada por el Congreso nacional en diciembre de 2003 representa un cambio categórico en la política migratoria y un logro histórico; así como la recepción de principios vigentes en el contexto internacional y la transformación del paradigma que sustentaba la política de la “seguridad nacional” como valor a proteger ante la amenaza potencial de los nuevos migrantes. La realidad nos indica cuales son los factores que están amenazados y las conquistas.

Alvaro Fontana
Defensoria del Inmigrante de la Republica Argentina

www.defensoriadelinmigrante.org

martes, 6 de octubre de 2015

NUEVA GUIA DE LOS DERECHOS DE LOS MIGRANTES





La Guía de DERECHOS DE LOS MIGRANTES, realizada por el equipo Jurídico de la Defensoría surge de la idea concebir una herramienta para garantizar y hacer efectivos los derechos inalienables de todas las personas, sean nacionales o extranjeras.
Para nosotros implica un compromiso con su cumplimiento. Nuestro objetivo es proponer una política nacional integral que garantice a todas las personas un pacto social común, independientemente del lugar de nacimiento y país de residencia.
Por eso impulsamos como prioritario fenómeno migratorio en la agenda política lleva a una invisibilización de los obstáculos que los inmigrantes encuentran en el acceso a servicios de primera necesidad, así como otros fundamentales, como la participación ciudadana. La discriminación y la xenofobia acentúan la situación de vulnerabilidad de estas personas, potenciando patrones de exclusión.

El objetivo de esta Guía es facilitar el acceso a información indispensable para que todos los habitantes latinoamericanos establecidos en nuestro país vean efectivamente garantizado el acceso a la justicia en su sentido más amplio. Por ello, la Defensoría se encuentra disponible para su  consulta. Todos tenemos derechos básicos en este país, independientemente de nuestro estatus migratorio. Estos derechos son garantizados por la constitución y por las mismas leyes de migración. Es importante que conozcas tus derechos para que de ser necesario los ejerzas y para que puedas identificar un abuso contra tu persona, familiares o amigos.


¿Qué dice la Constitución Nacional respecto de los migrantes?
La Constitución Nacional es la ley más importante del Estado Argentino. Ya en el preámbulo de la Constitución, el Estado Nacional realiza una invitación formal “para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.  A partir de ahí surgen varias disposiciones constitucionales concretas al respecto:
·         Art 20 CN: “Los extranjeros gozan gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano: pueden ejercer su industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes”
·         Art 25 CN: no se puede “gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes”.

¿Cuál es el marco normativo que rige la migración en Argentina?
Se encuentra legislado en la Ley Nº 25.871 que tiene como ámbito de aplicación “la admisión, el ingreso, la permanencia y el egreso de personas”.

¿Qué es un inmigrante?
De acuerdo con el art 2 de la Ley 25.871 un inmigrante es “todo aquel extranjero que desee ingresar, transitar, residir o establecerse definitiva, temporaria o transitoriamente en el país conforme a la legislación vigente”

¿Qué objetivos tiene Argentina en materia migratoria?
·         Sentar bases estratégicas en materia migratoria
·         Cumplir con compromisos internacionales en materia migratoria
·         Fortalecer el tejido cultural y social del país
·         Garantizar el derecho de reunificación familiar
·         Promover la integración en la sociedad argentina de las personas que hayan sido admitidas como residentes permanentes
·         Promover y difundir las obligaciones, derechos y garantías de los migrantes conforme a los establecido por la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales
·         Promover la inserción laboral de los inmigrantes

¿Qué derechos tiene un inmigrante?
Los inmigrantes, como ya se dijo, tienen los mismos derechos civiles que un ciudadano. No obstante, la ley migratoria Argentina, da serie de especificaciones al respecto:
·         La migración es un derecho esencial e inalienable de la persona.
·         El Estado Argentino asegurará la “igualdad de trato a fin de que los extranjeros puedan gozar de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones”
·         El derecho a la educación: la ley migratoria indica que “en ningún caso la irregularidad migratoria de un extranjero impedirá su admisión como alumno en un establecimiento educativo, ya sea este público o privado”
·         Derecho a la salud
·         Acceso a la información acerca de los sus derechos y obligaciones y los requisitos establecidos para su admisión, permanencia y egreso.
·         Derecho a la reunificación familiar de los inmigrantes con sus padres, cónyuges, hijos solteros menores o hijos mayores con capacidades diferentes.
·         Derecho a participar en las decisiones relativas a la vida pública y a la administración de las comunidades locales donde residan
·         No ser discriminados por motivos tales como etnia, religión, nacionalidad, ideología, opinión política, sexo, genero, caracteres físicos o posición económica.
·         Debido proceso legal en caso que se discutan derechos referentes al inmigrante

¿Cómo pueden ser admitidos los extranjeros en el territorio Argentino?
La ley migratoria maneja don categorías de residencia: permanente y transitoria.

¿Qué es la residencia transitoria?
Se trata de residentes transitorios a una categoría de inmigrantes que ingresan al país por motivos laborales, de estudio, científicos, pacientes en tratamientos médicos, asilados y refugiados, académicos.
Se trata de sub categorías que están previstas en el art 23 de la ley migratoria.
¿Qué es un residente permanente?
Se trata de una persona que ingresa al país con el objeto de establecerse definitivamente en él.

¿Qué es la residencia precaria?
La autoridad de aplicación de la ley migratoria es la Dirección Nacional de Migraciones que depende del Ministerio del Interior. Este organismo administrativo es el que emite los actos administrativos vinculados a la situación migratoria de una persona.
Hasta tanto se formalice una categoría migratoria, el extranjero que ingresa al país se le concede una autorización de “residencia precaria”.

¿Qué tiempo de validez tiene una residencia precaria?
Como la palabra lo indica, se trata de una situación pasajera hasta que se formalice una de las categorías por las cuales el inmigrante ingresa al país.
El plazo de duración de la residencia precaria es de 180 días y puede ser renovada hasta que se resuelva la admisión solicitada por el inmigrante.

¿Cuál es la importancia de la “residencia precaria”?
Esta situación de residente precario habilita a su titular para permanecer, salir y regresar al territorio nacional, trabajar y estudiar durante su período de vigencia.

¿Tiene un extranjero derecho a obtener un Documento de Identidad?
Sí y es un derecho esencial de cualquier persona. La ley migratoria establece que “podrán obtener el Documento Nacional de Identidad los extranjeros con residencia permanente o temporaria

¿Qué derechos labores tiene un extranjero?
El extranjero que reside en el país tiene los derechos laborales acorde a su categoría de residencia:
·         Celebrar un contrato de trabajo
·         Tener los derechos propios que establece la legislación laboral
·         Acceder a las indemnizaciones laborales
·         Estar cubierto por Accidente de Trabajo y enfermedades profesionales
·         Tener acceso a los beneficios de la Seguridad Social


Dr Pablo Liberman

viernes, 2 de octubre de 2015

La actual crisis de los inmigrantes represente menos del 0,2% de la población europea. En Líbano, la cifra de refugiados es del 25%.


Las cifras de inmigrantes que han llegado a Europa son ridículas en comparación con la situación que se vive en Turquía, Jordania, Líbano o Irak.

Si más de un 10 por ciento de la población de Jordania está compuesta por refugiados mayoritariamente Sirios, esto refleja el verdadero impacto sobre este país en su economía, en su infraestructura, el mercado de empleo y su sistema de seguridad. Algo similar está pasando con el Líbano donde la población de origen Sirio trepó a más de un millón y medio.  Actualmente El Líbano absorbe a unos 1,5 millones de refugiados de Siria, lo que equivale a alrededor de una de cada cinco personas de la población del país.  No obstante en el conflicto alrededor de 220.000 personas han muerto y 12,8 millones necesitan asistencia humanitaria urgente dentro de Siria, lo que expande la migración, y aún más cuando más del 50 por ciento de la población Siria está en situación de desplazamiento.
Jordania alberga  unos 650.000 refugiados de Siria, lo que equivale aproximadamente al 10 por ciento de la población. Turquía acoge a 1,9 millones de refugiados de Siria, más que ningún otro país del mundo.
En el caso de Jordania la mayoría de los recién llegados durante este año proceden de la gobernación de Dara’a, en concreto de los pueblos de Mahjeh, Kherbet Ghazala, Tafas, Dael, Hrak, Al Sawar (también conocido como Sura), Msefria y Hayt. Muchos refugiados cuentan que tuvieron que desplazarse hasta cinco o seis veces en el interior de Siria antes de decidir huir del país.[1]  La cuarta ciudad más poblada de Jordania no tiene jordanos registrados en su censo. Tampoco calles asfaltadas ni viviendas de ladrillo. Y su antigüedad apenas supera el año y medio. La cuarta ciudad jordana es un extenso campo de refugiados sirios llamado Zaatari, que llegó a acoger a 130.000 personas, aunque la cifra ha ido cayendo hasta quedar por debajo de 100.000.[2]
Según cifras oficiales, cerca de dos millones viven hoy en Turquía -cuya población alcanza los 77 millones-, aunque extraoficialmente la cifra se eleva a casi 3 millones. “Hay provincias, especialmente en el sur, donde la mitad de la población es siria”, dice Erkan Doganay, Jefe del Centro de Manejo de Desastres y Emergencias del gobierno turco. “Es la mayor población que ha aceptado Turquía en su historia”, agrega, sin descartar  tensiones sociales a futuro.
En el sur de Turquía se han levantado 25 campos de refugiados o centros de protección como prefieren llamarlos las autoridades turcas. Pero estos sólo tienen a 260.536 personas. El resto, más de 1 millón 600 mil sirios -según las cifras oficiales- carece de la ayuda básica y debe buscar la forma de sobrevivir con permisos de protección temporal que los habilitan a trabajar legalmente o -aquellos que no los obtienen- logrando un empleo en forma ilegal.[3]
El flujo es continuo en ambos países y el rol de las Naciones Unidas es fundamental a través de la agencia para los refugiados ACNUR. Si nos disponemos a realizar una comparación en cuanto al flujo migratorio, la relación de su estructura económica, su capacidad física e infraestructura, estos países tienen enormes dificultades estructurales que tienen que ver con la misma producción de alimentos, y la provisión de agua. No obstante jamás hubo manifestaciones a nivel gubernamental sobre las hipotéticas consecuencias o nivel de deterioro del nivel de vida producto de la masa desplazada.
Europa tiene en la actualidad una población de 738 millones de habitantes un PBI promedio a los estándares más altos del mundo y una infraestructura adecuada para hacer frente a la crisis actual, una coyuntura por la que deberá ocuparse de 500 mil personas que han llegado hasta el mes de Septiembre.  La economía de la UE, medida en términos de producción de bienes y servicios (PIB), es actualmente mayor que la de Estados Unidos: PIB de la UE en 2014:€13 920 541 millones de euros. [4]Europa tiene una población total estimada de 738 millones de habitantes (año 2014) dividida entre sus 50 países.
Paul Karam, director de Caritas Líbano decía que  “es prioritario resolver la cuestión de la guerra en Siria. Si frenamos la guerra y el tráfico de armas, la financiación al terrorismo, todo puede ser controlado. Es un problema que la comunidad internacional debe asumir.”[5]
Es muy importante el rol de Turquía en estas horas, un país muy tensionado por eso la Comisión Europea le ha requerido a los países del bloque que cooperen para que de esa manera pueda contener y asistir y de esa manera contener la oleada.
De todas formas existen motivos para pensar las posibles consecuencias desastrosas que la llegada del invierno y las bajas temperaturas tendrá para las decenas de miles de refugiados que están llegando a Europa. La alarma espera ante el frio. Asimismo se agravan cada día las condiciones marítimas para los refugiados que intentan alcanzar Europa por el Mediterráneo, asi como para los miles que viven en campamentos improvisados en Europa central y oriental, así como en la región balcánica.  En este contexto no menos importante resulta reciente intervención de Rusia y bombardeo por dos días consecutivos objetivos del radicalismo islámico.
La iniciativa parece en estas horas haber complicado el conflicto no obstante la intención publica de Moscú de buscar formas de no enfrentamiento ni colisión  con Washington, actuando en conjunto sin perder autonomía. EEUU objeta la falta de legitimidad al no tener mandato del Consejo de Seguridad para el raid aéreo de las últimas horas.
A modo de síntesis y análisis nos queda reflexionar sobre la profundidad de la crisis en Europa derivada de la migración forzada, donde  hoy  menos 520 mil 957 refugiados e inmigrantes han llegado a costas europeas en lo que va del año, cinco veces más que en 2014, según la información del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR).
La oposición firme de Hungría, checos, eslovacos y Rumanos deja al descubierto los enormes inconvenientes políticos y  de solidaridad que ya emergieron con la crisis económica y una unidad fracturada. Basta con señalar que cuatro países han rechazado el reparto de refugiados propuesto por Bruselas.  Resulta lamentable y preocupante observar el telón de acero de miles de kilómetros entre Hungría y Serbia nos muestra la reacción antiinmigrante generalizada. Con este ritmo, es factible que todo el continente tenga  a mediano plazo más muros y bloques de contención que en el final de la Segunda Guerra Mundial, algo totalmente inconcebible. Para enumerar ya están los de África  Ceuta y Melilla, en Grecia, Chipre y Bulgaria, y hay planes para construirlos en Rumanía y con intenciones de hacerlos en los países bálticos.
Berlín y Viena han insinuado con bloquear los fondos estructurales si el grupo de países del este no colabora. Bruselas recuerda que eso es imposible y no viable. La respuesta política ha sido anárquica: como en la crisis económica, la de refugiados revela los límites de la solidaridad, cooperación y respeto por los Derechos Humanos en la Comunidad europea.
 El Este no acepta cuotas obligatorias, ni las instrucciones de Bruselas. La contribución es escasa, tal vez porque su escasa  experiencia recibiendo emigrantes; son étnica, religiosa y culturalmente bastante homogéneos, y la clase política es extremadamente dependiente de la opinión pública, al extremo visible en la Alemania de Merkel y el CDU. Todo esto pone en evidencia una verdadera fractura política.
Los signos políticos no son buenos en este sentido ya que los partidos antiinmigración son primeros en varios países, quedo demostrado como el partido de extrema derecha en Grecia Amanecer Dorado, se ha mantenido como tercera fuerza política en Grecia. El partido ha obtenido un 7% de los votos, lo que supone 19 escaños dentro del Parlamento. La llegada masiva de refugiados a las islas helenas y el creciente desempleo del país han sido dos de las razones más importantes que explican su buen resultado. En las islas que reciben a los inmigrantes ha sido donde más votos han obtenido, como en Lesbos y Kós.
Todos estos antecedentes nos demuestran en forma clara que la real crisis no responde a una falta de capacidad económica  Hay inoperancia de los gobiernos europeos que parecen ser  incapaces de hacer frente a la llegada masiva de refugiados, mostrando saturación y escasas posibilidades de absorber y orientar el flujo migratorio. Es especialmente una crisis de carácter política.
Hemos visto con claridad las políticas migratorias de Jordania, Turquía y el Líbano  respecto, países muy inferiores en su potencial económico que sin embargo han respondido de acuerdo a las circunstancias humanitarias. En comparación con otros  que reciben refugiados. Es entonces i sabemos que los Estados europeos son solventes y estables y la actual crisis de los refugiados represente menos del 0,2% de la población europea. En Líbano, la cifra de refugiados es del 25%.
Por eso la falta de reacción e impericia y capacidad  es completamente desproporcionada, ya que las cifras de refugiados que han llegado a Europa son ridículas en comparación con la situación que se vive en Turquía, Líbano o Irak.  Todos conocemos la capacidad existente y la solidez financiera de la UE.
La crisis de los refugiados de Europa puede ser pequeña en comparación con lo que ocurre en otros países de aceptación de refugiados, hay una necesidad abrumadora para una respuesta y replica coherente, estratégica, tanto de los países de la Unión Europea. Puede ser por sorpresa pero sin dudas la respuesta no puede ser convencional y dentro de esto deberá ser una solución de carácter política.

Alvaro Fontana
Defensoria del Inmigrante en Argentina
alvarorfontana@gmail.com